Better Together: Un trabajo en equipo

Una experiencia de trabajo en equipo en el training Better Together en Belgrado (Serbia) en noviembre de 2022, financiado por Erasmus+.

Por Alexandra Zuluaga Arévalo y Alicia Vedia Barruz

Decía Anthony Bourdain que “el viaje te cambia; debería cambiarte”. Sin embargo, supongo que aún sabiéndolo, a veces no somos capaces de prever cuál será el impacto que tendrá un viaje en nosotros mismos. Lo único que podemos hacer entonces es atrevernos a viajar y a conocer desde la apertura aquello que otros tienen para mostrarnos.

Acudimos al training Better Together en Belgrado sin hacernos demasiadas preguntas y con un papel en blanco que empapar de nuevos conocimientos y culturas. Lo que no sabíamos es que, participar en este reto y en esta capacitación acabaría siendo una grata sorpresa.

Better Together Training en Belgrado

Consideramos importante compartir cómo, desde el minuto 0, el training en Belgrado ha cambiado la visión de nuestra vida en muchos aspectos. A modo particular, nos ha animado a cumplir con "nuestros retos personales". Para eso, en este artículo queremos compartir nuestra experiencia:

El primer reto: llegar

Antes de volar a Belgrado, tuvimos la maravillosa suerte de conocernos entre nosotras, Alicia y Alexandra (pronto compañeras de aventuras, viajes, formación, proyectos, etc.), para preparar nuestro “Día Español". Sería un momento en el training en el que hablaríamos y daríamos a conocer la cultura española al resto de compañeros/as de nuestra estancia allí.

Más tarde, el 25 de noviembre, y una vez en el aeropuerto, pudimos conocer al resto del grupo. Nuestro trabajo en equipo empezó con el primer reto:  llegar al hostal Arkabarka en Belgrado. El vuelo de Madrid había salido con retraso y habíamos tenido problemas con la conexión entre los vuelos de Zúrich - Belgrado. Por suerte, la aerolínea nos ofreció otra conexión (Viena-Belgrado) y, por fin, tras varios controles de pasaporte, recorrer cuatro aeropuertos/países diferentes, y más de 10h de viaje, llegamos a nuestro destino.

Cuando nos bajamos del taxi había tanta niebla que sentimos cierta incertidumbre sobre cómo encontrar nuestro hostal. Sin embargo, llegamos sanos y salvos a un sitio maravilloso, con una atención inmejorable en donde se auguraba la maravilla de intercambio cultural al que nos íbamos enfrentar durante esta experiencia de una semana.

Una semana de compartir

Este intercambio cultural fue la base del reto que trabajamos a lo largo de la semana: desde el punto de vista del turista y de cómo los habitantes de la zona podían aportar una mayor información con respecto al espacio natural de Belgrado. Así, tuvimos que exhibir las situaciones y problemáticas que se generaban en el entorno y, que a través de este “training”, plantear soluciones viables y aplicables para mejorarlo. 

Durante esta semana, más que de colaborar, tuvimos la oportunidad de compartir con personas de otros países. Colaborar es trabajar conjuntamente para un objetivo, pero compartir implica poner una parte de uno mismo en aquello que se hace.

De este modo, cada persona pudo mostrar un trazo de su país, de su cultura y de su historia en un encuentro multicultural e intergeneracional. Se generó un encuentro enriquecedor en el que aprendimos con otros y de otros, dejando a un lado parte de nosotros mismos para favorecer el trabajo grupal. Además, aprendimos múltiples herramientas de la Metodología DFC, que aplica el Design Thinking a problemas sociales para generar soluciones y respuestas ante los mismos. Siguiendo sus pasos, pudimos ver que lo importante a veces no es cambiar el mundo, sino el metro cuadrado que nos rodea, fortaleciendo la mentalidad “I CAN” y el “I DO”.

¡En el intercambio cultural no podía falta el intercambio gastronómico!

Implementar lo aprendido: la experiencia de Alexandra

En mi caso, podré implementar lo aprendido en el training en la Universidad Camilo José Cela, de la que soy directora del Máster de Tecnología Digital Aplicada a la Práctica Docente, coordinadora y docente en el Máster de Educación Secundaria. Desde el primer momento me interesó  la oportunidad de desarrollarlo en primera persona en mis asignaturas y aplicar la metodología activa de Design for Change enfocada hacia el “I CAN”. 

Una metodología que va muy de la mano de ABP y ABPb (Aprendizaje Basado en Proyectos y Aprendizaje Basado en Problemas), la cual expongo en las didácticas de mi especialidad de Ciencias de la Naturaleza y permite a mis estudiantes (futuros profesores de Educación Secundaria) plantearse la forma de aterrizar en su entorno y en su día a día estos conocimientos aprendidos a través de los contenidos.

Es ahí cuando tenemos la oportunidad de cambiar el enfoque de la educación: pasando de ser memorística a cooperativa y logrando interiorizar el aprendizaje para una aplicación real, ante problemáticas, situaciones o proyectos que sean de nuestro interés. 

Actividades durante el training de Belgrado despertando la imaginación.

Momento para la reflexión

Durante el training, después de cada paso nos paramos a reflexionar y pensar qué había pasado. Tuvimos tiempo para expresar y sentir aquello que habíamos aprendido. Después de todo lo vivido, creemos que seguimos sin saber cuantificar el impacto de este viaje (y quizá de cualquier otro). Tal vez ni siquiera sea necesario ponerle cifras o esforzarse en describir técnicamente una experiencia de este tipo.

Lo que está claro es que, como decía Bourdain, nos ha cambiado. Y aquello que hemos aprendido no sólo nos hace seguir caminando con una mirada más abierta, más nítida y sincera, sino que también nos ha proporcionado herramientas para seguir construyendo a nuestro alrededor y convertirnos en mejores personas. Por eso, desde lo más profundo de nuestro corazón, queremos decirles: GRACIAS.

¡Gracias por permitirnos ser parte del cambio y ser ese granito de arena que algún día llegará a ser un gran castillo!