Los días 11 y 12 de julio más de una veintena de profesores latinoamericanos vivieron su particular Design For Change en el marco de la Escuela Complutense de Verano “Educación y Nuevas Tecnologías”. En un ambiente distendido, propio de este tipo de metodologías, se trabajó de modo grupal y cooperativo para definir el correspondiente marco de análisis (“siente”).

El bueno de la película no fue otro que nuestro querido “postic”, al que se le sumó un curioso deambular de cartulinas entre diferentes grupos, quienes finalmente fueron detallando sus proyectos en torno a una cuestión tan atractiva como aparentemente difícil: “voy a mejorar mi proyecto docente”.

Pasar de “siente” a “imagina” no resultó sencillo. Las ideas se agolpaban en la pizarra sin que el grupo fuese capaz de dar sentido a lo que ellos mismos habían escrito. Parecía difícil… pero las nubes de ideas fueron saliendo hasta que todos estuvimos de acuerdo en señalar tres puntos de acción sobre los cuales se podría incidir a la hora de mejorar el proyecto docente: profesores, estudiantes y el entorno institucional.

En cualquier caso quedaba lo más difícil, hacer un proyecto factible y ejecutable, que se pusiese en acción y que estuviese en condiciDFC en la Complutenseones de ser prototipado. Lo que aparentemente parecía imposible –hacer un proyecto y ponerlo en práctica en apenas unas horas- Design For Change lo volvió atractivo, un reto en toda regla. ¡Y funcionó! Todos los grupos de trabajo hicieron un plan de mejora que se basó en talleres para docentes, juegos de rol para analizar qué sucede en un aula, acciones de cara a mejorar el autoestima y la comunicación en el grupo, organizar el aula en función de proyectos docentes… La originalidad llegó a su extremo cuando cada uno iba escribiendo en una cuartilla pegada en la espalda de su compañero/as aquellos atributos positivos que según ellos les caracterizaban. ¿Os imagináis cómo nos sentimos al vernos en el espejo del otro?

DFC en la Complutense

Quedaban dos apartados igualmente importantes: “evoluar” y comunicar qué habíamos hecho durante aquellos dos días de bendita locura. La gestión de la incertidumbre se hizo realidad en aquellos momentos, pues las dos mañanas habían pasado rápido. Decidimos que había que integrar ambas fases, de modo que grabamos en vídeo nuestras consideraciones y las incluimos en redes sociales… Así que no nos queda sino remitir a las mismas (Facebook: David Historia Moderna) y animaros a que incluyáis algún comentario.

Desde luego, como docente he vivido una experiencia única, maravillosa e irrepetible gracias a DFC.

David Alonso

Vicedecano de Innovación y Nuevas Tecnologías de la Universidad Complutense