Foto: Samuel Bregolin

¡Nueva temporada de entrevistas #BetterTogetherEducacion! Nuevas sinergias, nuevas preguntas, nuevas ideas y miradas…

Por Beatriz Alonso

Comenzamos el 2019 con Jorge Serrano, presidente y co fundador de la Fundación Inspira Educación. Formador en innovación y emprendimiento, experto en liderazgo del aprendizaje. Doctor en Ciencias Físicas e investigador, además de Coach certificado CPCC y Máster Internacional en Liderazgo. Profesor en la Universidad Yachay Tech en Ecuador.

P: ¡Feliz Año! ¿Cuáles son vuestros buenos propósitos para el 2019 en Fundación Inspira Educación?

R: Para empezar, hemos recibido un estupendo regalo: ¡por fin está registrada la Fundación! Ya existimos oficialmente y podemos empezar campañas de difusión, recogida de fondos… Y, además, continuar con lo que hemos estado haciendo, a partir de nuestros cinco ejes de actuación, donde los niños son los protagonistas del aprendizaje, y pilotarlo en la escuela que vamos construir. Iniciaremos el curso 2019-2020 con este proyecto, concretando logística y convocando a las familias. Es un sueño que llevamos tiempo alimentando con mucha ilusión.

Por otra parte, este es nuestro año de la profesionalización. Por ejemplo, vamos a fomentar y expandir los talleres vivenciales que ofrecemos en diversas áreas. Otro de nuestros ejes consiste en crear un centro de investigación para el desarrollo humano, estableciendo alianzas en diferentes ámbitos para tejer una red a nivel virtual que facilite el traspaso de competencias; que fomente compartir la información; y que permita sostener y dar apoyo a los docentes que se atreven a innovar y evolucionar.

P: Viendo vuestro recorrido, parece una aventura apasionante, ¿nos regalas una sinopsis para que, quienes no os conocen, vayan “a ver la película”?

R: Creemos que es necesaria una transformación hacia un mundo más humano, y el lugar donde la podemos activar con naturalidad es la educación. Cambiar la mirada hacia la comunidad es fundamental, porque las organizaciones educativas son centros comunitarios, y esas relaciones deben ponerse en primer plano, desde la comprensión, la compasión y el diálogo para la transformación social.

P: Si yo te digo: “La educación es tuya ¡evoluciónala!, ¿qué me contestas?

R: Que en eso estamos: como padres y madres, como docentes… Yo he sido docente de universidad y he visto cosas que funcionaban mejor que otras para desarrollar capacidades, con diferentes miradas y técnicas.

En la Fundación Inspira Educación tenemos un proyecto basado en talleres con familias, porque creemos que es muy importante. El reto somos los padres y las madres, los peques se adaptan mejor; pero nosotros tenemos miedos porque hemos vivido una educación distinta y no se nos ha dado un “carné” de padre o madre. Construir una mirada como familia requiere superar patrones.

P: Conectando con esta mirada, ¿qué significa para ti #BetterTogetherEducacion?

R: Ir de la mano por elección consciente. Uno más uno, es mucho más que dos. Se crean unos recursos y sinergias que van más allá de lo individual. Es un sueño poder ir de la mano profesionales de la educación, peques, familias, administración, profesionales de apoyo… Formar una malla bien tejida y hacerla más visible.

P: En el espacio de estas sinergias, ¿cómo se encuentran en el camino Jorge Serrano y Design for Change España?

R: A mí me habéis enamorado dándome la oportunidad de participar en el I CAN Weekend, que me sirvió para ver la mirada de los niños y de los profes sobre lo que hace falta para evolucionar la educación. Y también en la Gala I CAN, que fue magnífica. Trabajando juntos esos días, nos dimos cuenta de que somos capaces de hacer mucho más, y de que los niños pueden cambiar muchas más cosas de lo que se cree. De esta experiencia surge que vengáis a Barcelona a facilitar un Taller I CAN el día 22.

P: ¿Qué es para ti Design for Change (DFC)? ¿Qué aportación crees que marca la diferencia con otras organizaciones?

R: Entré en contacto con DFC a través Kiran Bir Sethi, la fundadora. Según vi su presentación en Dubái, fui directo a hablar con ella, porque el proceso de empoderamiento me fascinó. A partir de una estructura simple, los niños son conscientes de que pueden liderar su comunidad. Por ser niños, tienen unas capacidades diferentes.

Lo que diferencia a DFC es que creéis en ello: contagiáis alegría y sois grandes profesionales. Por ejemplo, en el I CAN Weekend, lograsteis sacar información muy valiosa en muy poquito tiempo, y esto es básico para evolucionar la educación.

Es importante hacer un cambio y ya hay movimiento en España. La cuestión es: ¿cuál es la mirada? El lugar desde donde trabaja DFC conecta con Fundación Inspira Educación: entusiasmo y amor, creando los espacios para que los recursos se manifiesten.

P: Y desde Fundación Inspira Educación, ¿con qué otras organizaciones establecéis sinergias?

R: Universidades para la parte de investigación y formación al profesorado, para dotarles de vivencias que les permitan sentir y experimentar qué es una educación diferente, para ayudarlos y acompañarlos en la transición que ya está en marcha. Trabajamos desde la humildad, y todavía estamos conociendo a las demás organizaciones con las que podríamos aportarnos mutuamente, como hacemos con DFC.

P: ¿Cuáles son los inconvenientes que os encontráis en el día a día?

R: La dedicación de tiempo. Cada uno de nosotros tiene otros proyectos de vida y profesionales de los que ocuparse, siempre enlazados con la educación. Ahora que ya somos fundación, podremos recibir los recursos que necesitamos para dedicarnos a tiempo completo y así llegar a más gente y contar con más manos.

P: ¿Cuál es la necesidad número uno ahora mismo en Educación?

R: Facilitar un proceso con padres, madres, peques, profes, administración pública… para discernir entre todos los retos y definir cuál es el orden de prioridades.

Para mí, la primera necesidad es poner las relaciones antes que los resultados. Si las relaciones son buenas, los resultados son buenos. La facilidad con la que hacemos el cambio depende de las relaciones que tenemos. Por ejemplo, podemos dedicar más tiempo a nutrir las relaciones con eventos dentro de la comunidad educativa, diseñándolos desde un lugar que aporten valor; que no sean despliegues de competitividad, sino de celebración. El mismo evento, desde una mirada distinta, tiene un efecto muy positivo que repercute en la felicidad con la que con los niños y los docentes van al centro. Hay grandes posibilidades de mejora.

P: Y ya casi para terminar, ¿podrías contarnos alguna de tus experiencias más emotivas?

R: Es la experiencia que me motivó a buscar un cambio de mirada, que me inspiró para relacionarme con mi hija y me llevó a formar parte de Fundación Inspira Educación. Todo empezó con un libro, Libertad y límites. Amor y respeto: Lo que los niños necesitan de nosotros, de Rebeca Wild. Acababa de fallecer la madre de mi hija, que tenía dos años, y mi relación con ella podía mejorarse. Una amiga me regaló el libro y pensé: “Esto no se enseña en ningún sitio”. Me inspiró tanto que me fui a Ecuador a conocer a la autora. Allí me formé con Rebeca y Mauricio Wild, y allí nos encontramos los fundadores de Fundación Inspira Educación. Al finalizar, nos hicieron una pregunta: “¿Qué vais a hacer con todo esto? Porque si no hacéis nada, habréis perdido el tiempo”. Dejé mi trabajo como investigador y emprendí el camino de la educación.