Por Miguel Luengo, Laura Plaza y Beatriz Alonso

 

Contar la experiencia que vivimos en el Congreso Educa Experience el equipo de Design for Change España suena casi a narrar una “metaexperiencia”. Contar la experiencia en Educa Experience…

Cuando recibimos la propuesta de participación, nos pareció una buena oportunidad para poner en práctica nuestro nuevo lema recién estrenado: “Revolucionar tu aula es de buena educación”. Y estábamos en lo cierto. En Educa Experience encontramos un espacio repleto de personas (¡más de 1.000!) dispuestas a aprender, a participar (aunque cuesta enfrentarse al miedo escénico y a la vergüenza), a intercambiar experiencias para mejorar la calidad educativa y adquirir nuevas herramientas.

¿Cuál fue nuestra propuesta de “revolución”? En lugar de dar una charla, quisimos ofrecer un taller: una experiencia participativa para que el “experience” fuera acorde con la esencia de Design for Change: una metodología basada en el Design Thinking donde la escucha y el trabajo en equipo son clave. Al empezar a diseñar esta “experiencia participativa”, Miguel Luengo, presidente de la organización y facilitador del taller, encontró otra “revolución”: Hacer el taller de pie en lugar de sentado frente a la pantalla. ¿Cambió algo? ¡Claro que sí! Personalmente, Miguel afirma que sin duda alguna, porque la sensación de conexión con “el otro/a” fue mucho mayor, aumentando entonces la disposición de interactuar de los y las participantes. Una vez más se pone de manifiesto que, en ocasiones, con pequeñas acciones se pueden lograr grandes cambios.

Efectivamente, en el taller sentimos este “hambre de conocimiento” y estas ganas de compartir. Por el chat, las y los participantes hablaban un lenguaje común. A la pregunta: “¿Qué destacas de esta actividad?”, surgían algunas de las claves que los y las docentes que bucean en el ámbito de la innovación desean fomentar entre su alumnado: “Participación activa”, “motivación”, “ilusión”, “creatividad”, “interacción”, “innovación”, “entusiasmo”, “despertar la curiosidad” o “vivirlo como una experiencia propia”… Porque el taller se compuso de seis actividades cortas, todas ellas participativas, diseñadas para hacer una reflexión al final de cada una de ellas; ya que en demasiadas ocasiones pasamos de una actividad a otra sin pararnos a pensar sobre qué hemos aprendido. Y, desde luego, si después de reflexionar compartimos los pensamientos que consideremos relevantes con otras personas, el enriquecimiento no solo será individual sino también colectivo. Finalmente, se les pidió a los y las participantes que compartiesen la palabra que se llevaban del taller.

La conclusión a la que llegamos después de haber vivido esta “metaexperiencia” es sencilla e iluminadora: el profesorado se sigue sorprendiendo al ver que las cosas se pueden hacer de otra manera, que un webinar puede impartirse de pie, puede ser participativo y que es mucho mejor si las cámaras de los y las participantes están encendidas. Por ello, en Design for Change, a través de nuestras formaciones, seguimos demostrando que la participación vía online es posible, que hay mil y una herramientas (unas más sencillas, otras más complejas) a las que podemos sacar partido, que a la hora de diseñar este tipo de sesiones online la premisa siempre es “simplifica” y después “simplifica un poco más”. Y, después, desde esa sencillez conseguimos crear actividades donde todos los y las asistentes pueden participar en retos tan simples y tan satisfactorios como la cocreación de un dibujo o resolver retos de manera ágil inspirándose en imágenes. Actividades, todas ellas, de las que se puede, y se debe, extraer una reflexión, un aprendizaje; para, como decimos en Design for Change, “evoluar” (acrónimo de evaluación y evolución).

En esencia, “Revolucionar el aula” está en manos de todos y todas… siempre y cuando se adquieran las herramientas necesarias 😉


Dibujo cocreado por los y las participantes durante el taller.