
El viernes fue el #DíaMundialDeLosOcéanos, y en Design for Change ¡lo ampliamos a una semana para poner como colofón el Taller ¡Yo Puedo! en Formentera el 13 de junio, gracias a Rocío Moreno, directora de la plataforma educativa GreenBubbleWorld, perteneciente a BlueBubbleWorld. A partir de una entrevista telefónica Formentera-Madrid, descubrimos que para esta ingeniera de Telecomunicaciones las claves de vida son “armonía, apertura y buena intención; porque así, con todas las personas unidas y colaborando a gusto, siempre surge lo mejor”. ¡Perfecto ejemplo de #BetterTogetherEducacion en un entorno privilegiado! Brillante y positiva, Rocío nos explica su trabajo de concienciación con peques para enseñarles a cuidarse a sí mismos y a su entorno, en concreto protegiendo la posidonia oceánica. Para llevar a cabo su labor, una de las herramientas que utiliza es la metodología Design For Change.
Pregunta: ¿Dónde nace tu pasión por la protección del ámbito marino?
Respuesta: Me viene desde pequeñita la conexión con la naturaleza y con el mar. Mis estudios y mi manera de vivir estaban en Madrid, pero siempre que podía me escapaba al mar. Llegué a Formentera de rebote de un viaje a Ibiza, conecté con la isla y la naturaleza, escribí un cuento, y empecé a contarlo en las escuelas de la isla. ¡Y hasta me llevó a una escuela verde de Bali! Estuve en Indonesia como profesora de conexión con el medio marino. A la vuelta, me surgió un nexo con la posidonia, uno de los principales pulmones del planeta: el ser vivo más antiguo, más longevo y más extenso. Fíjate, en realidad, todo se crea por conexiones. Yo trabajaba como ingeniera en France Telecom, pero mi pasión es el mar de esta isla. Y me surge la idea de crear una asociación para protegerlo. Y es muy necesario, porque el mar es invisible si no nos adentramos. Es mágico porque te conectas contigo, con tu respiración; cuando buceas, te maravillas de la grandeza tanto propia como del mar. Mi idea es transmitírselo a más gente, para que conozcan y amen lo que hay debajo del agua, para que el paso siguiente sea quererlo proteger.
P: Proteger a través de Save Posidonia Project, ejemplo de Educación no formal en el entorno marino; creado, financiado y patrocinado por el Consell Insular de Formentera, la Fundació para la Conservació d’Eivissa i Formentera, Trasmapi y la Fundación Abel Matutes. ¿Puedes contarnos de qué se trata?
R: Personalmente, siempre me he dedicado a la educación en paralelo. Y la posidonia es muy importante, es necesario protegerla: ya ha retrocedido un 40%. Imagínate un ancla que arranca metros y metros, cuando ella solo crece un centímetro al año. Y luego están las aguas residuales, el cambio climático… Save Posidonia Project nace de una conexión: me contactaron para hacer un festival para protegerla y divulgarlo en todos los ámbitos y todas las culturas que compartimos el Mediterráneo, porque es un patrimonio común.
Y a raíz de este festival surgen iniciativas diferentes. Su objetivo era unir los diferentes colectivos de muchos lugares del planeta a través de foros, actividades culturales, artísticas… Se unieron educadores, científicos, divulgadores, diseñadores, modelos, personalidades y personas anónimas. Cualquiera puede apadrinar un metro de posidonia por 1 euro. Se hizo un concurso de proyectos. Y hemos tenido el apoyo de muchas asociaciones sin animo de lucro para conseguir financiación.
También hacemos talleres educativos de sensibilización que incluyen el contacto directo con la posidonia.
P: Conociste Design for Change en un Micro Taller ¡Yo Puedo!? ¿Cómo incorporas el I CAN Mindset? ¿Por qué son importantes este tipo de metodologías?
R: Una frase: Diseñar el cambio para proteger la naturaleza. Para mí, el contacto con la metodología DFC fue muy natural. Siempre trabajo con mucha escucha y veo qué puedo hacer. Así, los proyectos crecen; y las conexiones vuelven como si fueran olas. Y evolucionan, cada vez son más grandes y globales. Con el #BetterTogetherEducacion se suma y se inspira a más gente.
P: ¿Qué significa para ti #BetterTogetherEducacion?
R: La unión entre todos te lleva a hacer cambios muy positivos en el mundo. Juntos es mucho más fácil, más bonito, mas motivador y más inspirador. Así los proyectos toman alas y crecen solos. Te llevan a lugares insospechados, suceden cosas que ni te imaginarias.
P: ¿Cuáles son los inconvenientes que os encontráis en el día a día?
R: Principalmente bloqueos, que se desbloquean con escucha, transmitiendo pasión. Hay que pararse y contarlo, y sale solo. A veces es por un tema de desconocimiento.
Por otra parte, conseguir financiación. Aunque se salva con constancia, escucha, y con estar en el momento adecuado y en el lugar adecuado. Son muchas horas y mucho trabajo para poder conectar con mucha gente. Parece que estas sembrando y no sale nada; entonces lo dejas ir, y luego vuelve y sale. Lo que importa es el proceso, no el resultado. Esta conciencia te da libertad porque permite la fluidez, como cuando somos niños, que todo vale. Con creatividad, ilusión y buena intención, así conectas con tu niña interior y el proyecto sale adelante.
P: Todo esto suena muy a Design for Change. Darle más importancia al proceso que al resultado crea experiencias muy emotivas… ¿Podrías compartir alguna personal?
R: Acabar en la agencia espacial europea supervisando la posidonia por satélite, con el proyecto educativo-tecnológico de divulgación de uso de la tecnología avanzada de monitorización y seguimiento por satélite con la ESA. Yo trabajaba en una oficina con un ordenador como teleco, y acabar observando el mar desde el espacio fue muy especial, pura magia. Me acuerdo de que hasta estaba Pedro Duque. Aquí se unen mis pasiones: la tecnología (en el espacio) y el mar. Es muy emocionante unir estos dos mundos. La sensación es muy parecida: Flotar, respirar de otra manera… Bucear es como estar en el espacio. Caer en el medio del azul…
P: ¿Cómo ves el futuro de la educación si se enriquece con iniciativas no formales?
R: En la educación actual, en su evolución, se puede aprender y conectar con lo que inspira y motiva de manera libre. Cuando los niños aprenden conectados con la naturaleza, desarrollan sus habilidades innatas y su potencial al máximo. En las aulas se corta el movimiento, las temáticas están muy estructuradas, y limitan la creatividad y la libertad. Se puede hacer de otra manera: la naturaleza es estructura y matemática pura; y el diseño del universo y del alma humana, es estructura matemática. Hay que reconectar con la sabiduría de la naturaleza.
Foto de Diran Devletian Carrasco