
(Foto: Samuel Bregolin)
¡Ya estamos de vuelta! Hace unos días compartimos la experiencia vivida durante el I CAN Weekend, un fin de semana en el que catorce alumnos y ocho educadores de ocho centros diferentes se reunieron en Madrid para enfrentarse a un reto. Un fin de semana lleno de momentos verdaderamente únicos en torno a un único objetivo: “evolucionar la educación”. Aquí os traemos la segunda parte de la experiencia, la vivida por los chicos y chicas que asistieron al I CAN Weekend durante estos dos días. Un fin de semana en el que jóvenes de distintos colegios, de distintas edades y etapas educativas, se reunieron en torno a un reto común.
El fin de semana empezó con fuerza para alumnos y educadores. Tras escuchar a Miguel Luengo, presidente de DFC España, salieron a la calle a hacerse selfies con los elementos más peculiares de la ciudad de Madrid en el #SELFIEICAN. Un señor con bigote, un buceador o una caca de perro fueron solo algunos de los locos elementos que tuvieron que encontrar para superar esta prueba. Estas y otras dinámicas nos ayudaron a conocernos un poquito mejor.
Después de esto, los jóvenes estaban más que preparados para enfrentarse al reto. ¡Allá vamos!
Se organizaron en dos grupos, en torno a una cualidad común que les definía. Esas cualidades fueron la empatía y la pasión. Ambos grupos comenzaron a trabajar en la fase SIENTE de manera conjunta, en la que surgieron muchas conversaciones. Además, aprovechando que nos encontrábamos en Impact Hub Madrid, pudimos experimentar la metodología DFC en espacios muy distintos: utilizando post-its, pintando sobre una pared, en un cristal, en un sofá, alrededor de una silla o de un sofá.
Finalmente, el foco elegido como prioritario fue: “Evolucionar y crear futuro”. Los jóvenes estaban de acuerdo en que para evolucionar la educación, ellos eran los agentes de cambio y, por tanto, estaba en sus manos “crear el futuro”. Así, el reto que nos planteamos fue: “¿Cómo podríamos evolucionar y crear futuro?”.
En la fase IMAGINA, se aportaron muchas ideas para dar respuesta a este reto. La mayor parte respondía a soluciones que podía ofrecer la escuela para permitirles ser verdaderos “creadores de futuro”. Tras aportar todo tipo de ideas, se identificó una que para los jóvenes era clave: “tener colegios libres de machismo”. El debate posterior con los educadores sirvió para reforzar la idea de los alumnos.
Cada uno de los grupos prototipó una solución para aterrizar esta idea. Para esto, nos ayudó mucho el “pensar con las manos”. En tan solo unos momentos, la sala se llenó de globos con lemas como “machismo no” y de serpentinas de todos los colores. De esta manera, las soluciones y las ideas fueron aflorando. De todas las propuestas, hubo dos que tuvieron especial calado en cada uno de los grupos: dar charlas en institutos y colegios y pegar carteles por la ciudad de Madrid en contra del machismo.
En la fase ACTÚA, prepararon todo lo necesario para llevar a cabo su propuesta. Un grupo trabajó en el plan para dar las charlas y comenzó a preparar algunas de ellas, y el otro grupo comenzó a preparar globos y carteles para pegarlos por la ciudad. Ver a los jóvenes trabajando en este tema con tanta ilusión fue realmente emotivo y permitió a todos los adultos presentes ver en primera persona lo que siempre decimos: “los niños no son el futuro, son el presente”. Una vez preparado, los dos grupos presentaron su trabajo a los educadores. Un grupo realizó la charla que querían dar en institutos y colegios y el otro hizo una pequeña manifestación.
Antes de finalizar el I CAN Weekend, decidimos que el mejor sitio para EVOLUAR sería el parque de El Retiro, donde después de comer, los alumnos contaron anécdotas de lo vivido durante el fin de semana. En ese momento, se hizo patente que habían surgido lazos muy importantes entre chicos y chicas que, hasta un día antes, no se conocían. Después de este momento, dibujaron en una caja lo que se había experimentado en cada fase. Esto les permitió interiorizar el proceso y reflexionar sobre el trabajo realizado durante los dos días. De vuelta a Impact Hub Madrid, uno de los grupos decidió pegar los carteles en contra del machismo que habían preparado.
En la fase COMPARTE, se ensayó cómo se iba a presentar lo vivido durante el fin de semana en la GALA I CAN 2018. El resultado fue todo un éxito y durante la Gala fueron capaces de transmitir todo lo vivido durante estos dos días.
Ver a los jóvenes que habían compartido la experiencia tan unidos durante la gala nos reafirma en la convicción de que DFC es capaz de hacer que la magia ocurra. Esto es no solo gracias al proceso, sino también a las personas que forman el equipo y aquellos educadores y alumnos valientes que deciden sumarse a esta aventura.
Adrián Gollerizo, practitioner y Responsable del Proyecto COMnPLAY Science en Design for Change España